miércoles, 18 de junio de 2008
Cuando el Infierno se Llene, Los Muertos Caminaran la Tierra. Y YouTube



George A. Romero, nos ha acostumbrado a mandar sutiles discursos sociales en sus películas de Zombis. A diferencia de sus clásicos fundacionales para el género, en "Diary of the Dead", su quinta película en su legendaria pentalogía (hasta ahora) sobre muertos vivientes, nos ofrece un mensaje directo, con muy poco espacio para segundas lecturas. En nuestra sociedad borderline del siglo XXI, el poder de los medios han subvertido el orden que tradicionalmente se esperaba de ellos, definiendo la realidad en vez de ser eco de ella. Esta subversión, que permite la manipulación de las masas, se enfrenta hoy a un escenario tan nuevo como el que la originó: La capacidad de los mismos usuarios finales de controlar y suministrar la informacion que se hará publica masivamente. Medios como blogs, fotologs y videoblogs (como YouTube) representan hoy una luz al final del tunel de la manipulación mediática (obviamente con riesgos y cuestionamientos).

Es en este fascinante escenario que Romero nos vuelve a contar su historia. El filme se comienza la misma noche de los eventos narrados en el clásico "Night of Living Dead" de 1968, con la diferencia de que está ambientada en tiempos actuales. Un grupo de estudiantes de cine junto con su profesor, se encuentran en un bosque rodando una película de terror. La invasión de los muertos inicia justo en esos momentos y el pequeño staff se ve obligado a escapar. En medio de la confusión Jason, el director de la película, toma la decisión de documentar todo su escape y subir su material a la red tan seguido como sea posible. Esto trae una serie de conflictos que sumados al acoso de los muertos, nos hacen cuestionar/valorar la importancia de la comunicación audiovisual en la sociedad.

Aunque su mensaje es permeable a la argumentación de posiciones contrarias (¿y que discurso que se precie no lo es?), la película hace un romántico llamado a los comunicadores audiovisuales a mostrar los hechos sin manipulaciones que respondan a intereses egoistas y asumir un papel en la ayuda a que las personas puedan construir una opinión propia y no impuesta por el poder mediático ("lo que no se ha grabado no ha sucedido"), sin dejar de lado el tradicional discurso de su filmografía zombi ("¿realmente vale la pena que seamos salvados?").

El punto bajo de la película son las actuaciones, especialmente la del personaje de Deb, disforzadamente grave y heróica novia de Jason, y algunos pocos desaciertos en el guión. Sin embargo, esto se ve compensado por un excelente trabajo de iluminación, con tiros de camara en mano muy logrados en pos de la tension y la sensacion de zozobra que rodea a los personajes. La edición es genial y el sonido espectacular, y cuando la falta de ritmo comienza a hacer decaer el visionado, Romero nos regala una vez mas uno de sus finales abiertos, terminando la película en el momento preciso.

Una vez mas, George A. Romero nos entrega una patada/reflexion social entre gemidos, cadáveres animados, balas y sangre. Curioso que en los créditos agradezca a gente como Wes Craven, Quentin Tarantino, Stephen King y Tom Savini, gente que le debe tanto a el y mas curioso aun es que en su maestría, tal vez sin querer, consiga reacciones que dicen tanto como la propia potencia de sus imágenes: en una escena, la aparición (sin boohs! de por medio) de un grupo de sobrevivientes negros frente a los protagonistas provocaron en muchos de los espectadores en la sala un "¡Ya se jodieron!" en voz alta. ¿Si no hubiesen sido negros, hubiesen reaccionado igual? La misma película nos permitió la respuesta a esta interrogante. Gigantesco, Romero.

Cita Inmortal ligera e involuntariamente (o no) parafraseadora de Borges: "Odio las mañanas y los espejos, nos hacen ver como realmente somos y no como queremos pensar que somos".


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Now playing: The Libertines - Narcisst
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firmado: Yog Sototh, 09:42. Permalink | 2 comments

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