¿Que hace hermosa a una película? Responder esta interrogante es definitvamente algo subjetivo. Puedo pensar en la fotografía de las recientes de Zhang Yimou o en la actuación de Abigail Breslin en "Little Miss Sunshine", en un referente de la ternura en el cine como es Frank Capra y su "It's a Wonderful Life" o en la sanguinolenta e inocente tenacidad de "Bad Taste" (la opera prima de Peter Jackson); pero anoche en La Ventana Indiscreta (lo mejor que pudo haber hecho la Universidad de Lima) en el marco del ciclo de Cine Taiwanés adquirí un nuevo referente para hermosura en el séptimo arte.
"I Shih I Chia" se traduce del chino como "Dulce Hogar". Un bellísimo retrato del Taipei urbano de comienzos de los 60s en la que pese al escenario político se logra articular un mensaje de fraternidad por encima de resentimientos (y presiones gubernamentales con respecto a los contenidos fílmicos de la época) que nos deja una sensaciones de nostalgia y optimismo que se sienten con fuerza cuarenta años despues su estreno.
"Dulce Hogar" nos cuenta la historia del Sr. Cheng y el Sr. Chang, un par de jefes de familia que comparten un solar en Taipei. Unos Laurel y Hardy de ojos rasgados que han construido una relación de amistad que se refuerza en la fraterna relación que tienen sus hijas. Las dos familias se enfrentan a una situación nueva cuando las hijas comienzan a emparejarse y escogen precisamente a miembros de la familia vecina generando entrañables y situaciones cómicas muy ligeras manejadas con naturalidad y talento por parte del director Zhong Yiou.
El filme se mueve con efectividad entre el género costumbrista y la comedia romántica, ademas de regalarnos actuaciones entrañables de nombres tan extraños para nosotros como lo son los de los protagonistas Lee Kwan-chang y Ho Yu-hua. Los momentos musicales nos refieren inmediatamente a las películas mexicanas de los 50s con actores jóvenes que tambien (al parecer) tenían una carrera musical. Personajes estereotipados con roles bien definidos, pero que funcionan a la perfección en una puesta en escena que de nuevo nos remite al cine de barrio mexicano.
No encuentro stills de ninguna clase para este maravilloso ejercicio de simpleza argumental, lamentablemente el temprano cine Taiwanés es de referencia oscura en el mundo occidental (no la encontré ni en IMDB) y tengo la triste sospecha de que no la volveré a ver, pero creo que el bonito recuerdo que ha quedado grabado en las pupilas cinéfagas de este servidor quedará mejor asi. En todo caso, si algun lector de esta crítica tiene idea de como conseguirla subtitulada al español (comprenderán que mi mandarín no es muy bueno) por favor avíseme. Mi optimismo, que en estas épocas es dificil alimentar, se lo agradecerá.Etiquetas: cine taiwanés, critica de cine, referentes